¿Y si me detengo por instante?, ¿Y si paro de exigirle a lo que ocurre que sea diferente?¿Y si me dejo en paz por un rato?, ¿Y si me permito retornar a mi normalidad?, ¿Y si después de tanto apegarme pruebo a desapegarme?, ¿Y si mi razón no es razonable?, ¿Y si me olvido de mis «…y si…»?, ¿Y si está la solución ahí?, ¿Y si no?, ¿Y si viene el Coco y me come?, ¿Y si ya vino el Coco disfrazado de «y si» y me comió?, ¿Y siiiiiii……?

Miguel Ángel

El «Cielo» está a un paso, a un pensamiento, a un instante…a un perdón, y este último es la llave que abre sus puertas, o dicho de otra manera, es lo que trae dicha experiencia a tu conciencia presente de manera constante…El Cielo en Ti.

Miguel Ángel

La ilusión de libre albedrío que el mundo ofrece no es más que una elección entre ilusiones, elecciones basadas en la aceptación de algunas cosas y el rechazo de otras, el deseo de unas partes y el pánico a otras. Sin embargo el verdadero libre albedrío que poseemos, que espera a ser usado y que se podría reconocer como una verdadera elección, es más bien la libertad de elegir CUANDO ir en favor del recuerdo de nuestro Ser, esto puede ser demorado más o menos, pero es más gratificante, liberador y pleno que cualquier cosa que este en mundo pueda ofrecer.

Miguel Ángel

La persona que empieza a darse cuenta de que en sus juicios está todo su sufrimiento y que en su perdón y en su desapego de ellos reside su descanso, está en la línea de salida de un camino repleto de regalos.

Miguel Ángel

Para el que se cree especial, la comparación es el arma de ataque y defensa usada por excelencia…»Ese es peor que yo pero aquel otro es mucho mejor que yo»…y como mínimo lo que acarrea esta dinamica es rechazo, dolor y sufrimiento.

Miguel Ángel

No tienes porqué ir al Tíbet ni a ningún lugar «especial» en busca de paz porque si quieres aquí y ahora tienes todo lo necesario para ello…pero si lo haces, está bien… Puedes no creer que nada externo a ti puede hacerte bien o mal sin tu propio consentimiento o no creer que no hay nada más doloroso que un pensamiento sin amor…pero si lo haces, está bien… Puedes ir en busca de gurús y maestros y olvidar que hay uno tan cercano a ti que está en ti…si lo haces, está bien…Puedes continuar buscando magias, terapias, potingues y ungüentos aunque sabes muy en el fondo de tu ser que son tiritas y parches más que soluciones perpetuas y constantes…y si lo haces, está bien…
Ahora, si de pronto te das cuenta que diste vueltas como un molino y sigues en el mismo lugar ansioso e inquieto…no te ahondes en la culpa…estuvo bien y todo eso hizo la función que tenía hacer en su momento…cambia de parecer y recuerda que, si lo hiciste estuvo bien y si ahora eliges soltarlo, también lo estará.

Miguel Ángel

Si el Amor no dispone engañarse…ni puede engañarse, lo que Yo Soy en realidad no puede ser engañado, no obstante, lo que yo creo ser, eso…eso sí está engañándose a cada hora, a cada minuto y a cada segundo del día…qué maravilla eh!

Miguel Ángel

Imagen por Sako-Asko

El mayor síndrome de Estocolmo siempre se padece con uno mismo y hacemos que sea aceptable poniéndole nombres tales como creencias, patrones o diciéndome «es lo que me enseñaron»…y la manera de deshacer este «dulce» aprisionamiento es mediante la retirada de la insistencia y el aprecio oculto que se le profesan a dichas creencias, no hay otro modo, ni nadie que pueda hacerlo por ti…

Miguel Ángel