Mírate muy de cerca…

Mírate muy de cerca, tan de cerca que atravieses la creencia de lo que eres y te disuelvas en la experiencia de una parte real que hay en ti, que no es de ti, que todos compartimos pero que está en ti. Mira muy de cerca esa emoción que pide de tu atención y que no quieres atender, mírala bien de frente para que puedas empezar a percibir la fragilidad de sus cimientos, la efímera voz en grito que te hace creer que eres lo que no eres y que da paso a un montón de cosas que no mereces pero que por el simple hecho de prestarle más atención de la necesaria acabas cayendo en la trampa de intentarlo y lograrlo. ¿Como vas a saber realmente qué no es nada eso que tanto miedo te da mirar sino miras? Cuando el cobarde se vuelve valiente es que se deshace la aparente rigidez de sus cimientos, la voz en grito se vuelve el pequeño quejido de un Don Nadie y se deja de huir de lo que no es nada para pararse a serlo todo.

Miguel Ángel

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