Algunas de las personas más sabias que conocí nunca tuvieron o siguieron una filosofía o enseñanza concreta, no tenían rituales, no repetían frases en sus interiores ni «abracadabras» exteriores o pasaban el día hablando de cómo debía nadie proceder en cierta dirección para obtener nada, no ofrecen consejos -o no ponen intenciones en ello- y sin embargo en cada frase de su compartir uno puede atrapar cientos de ellos si se dispone… posible también que alguno de ellos ni haya leído/escrito libro alguno de espiritualidad o religión en su vida y en cambio exhalan espíritu en sus alientos de manera constante y natural, se puede sentir como ese algo los inspira en su normalidad, en su manera incluso grotesca o mundana y chistosa en ocasiones de expresarse, o en las bellísimas palabras de consuelo y bondad capaces de ofrecer a cualquiera si la situación lo requiere y en realidad es que nada tiene que ver con la forma de expresión concreta y todo con el de donde nace lo que comparten, la forma siempre se adapta al estado de conciencia receptora, la fuente siempre es la misma, total y completa, todos los niveles de conciencia son contestados y saciados en si…
El denominador común de todas esas mentes sabias nunca fue el cúmulo de enseñanzas, doctrinas, ritos o mancias varias adquiridas, saber mucho de todo o de algo en concreto, lo que comparte toda mente sabia es la quietud y la serenidad en todos sus pensares y haceres procedentes de la mucha disciplina y la observación interior de sus propias sombras negadas.
Miguel Ángel
Miguel Ángel
Aprende a «usar» toda relación en la que te veas envuelto (familiar, sentimental, profesional o en relación a objetos, hábitos y sucesos) con el fin de ver que se mueve interiormente y que respuesta se suscita en ti para con lo que sea que te relaciones, mantén en la conciencia tu voluntad y empeño de estar a favor de este «mirarse atentamente hacia dentro», si ves venir de lo lejos los mensajeros del miedo en algún momento (envidia, culpa, ira, odio, preocupación, ansiedad, insatisfacción…), no permitas que todas esas cosas se acomoden en tu mente más de lo necesario y apresúrate en pedir ayuda a tu maestro interno. Este gesto o posición de «alerta interna» es algo que te tiene que acompañar de manera constante mientras te encuentres en el tiempo si es que tú decisión o deseo de vivir desde el perdón en este mundo es un acto genuino. Tú mantén la alerta y pide ayuda cuando sea necesario, tu maestro hará el resto, confía.
Miguel Ángel
La inspiración no va y viene como Pedro por su casa… la inspiración siempre está disponible, nos rodea y abraza de manera constante deseosa de ser disfrutada, espera en una paciencia ilimitada alegremente a que uno acomode las circunstancias y requerimientos que facilitan su viaje hasta la conciencia del que la desea, no es más que el resultado de situar la voluntad en un “lugar” donde la inspiración es simplemente la experiencia natural de dicho posicionamiento, no creas que la inspiración es la caprichosa visita de Pedro en su antojo de ir y venir cuando y como le place porque tanto la inspiración como la falta de ella es una decisión del individuo, aunque no lo parezca.
Miguel Ángel
Quien usa el argumento del «espejo» como negación de responsabilidad acerca de lo que percibe o siente interiormente y sólo lo usa para decir: «Lo que te fastidia de mi es tuyo», como el niño pequeño que dice: «rebota rebota y en tu culo explota»…y olvida que todo lo observado incluido él es contenido de la misma Mente expresándose, se encuentra en medios caminos perdido entre un montón de teologías, filosofías, frases, experiencias y lecciones inaprendidas.
Miguel Ángel
Si se quiere aprender a caminar en dirección al Ser, a la tan hablada quietud mental, a la deseada paz interna, a Dios, Conciencia, el Uno, el Cristo o dígasele como más le guste a uno, irremediablemente se va a tener que «desaprender» todo lo aprendido como ente concreto, limitado y separado, no hay más, toda creencia en un Yo, más todas las sub-creencias que se adquieren y conforman dicho Yo -personalidad, ideas religiosas, creencias, apegos, experiencias personales, etc…– son todos los obstáculos, muros y velos que deben ser cuestionados y observados uno por uno, y aunque ese trabajo normalmente no es plato de buen gusto pues se siente en un principio como un ataque directo a la persona, las recompensas que nacen de tal desaprender son de incalculable valor en este mundo…como un cielo en la tierra, por darle algún un nombre.
Miguel Ángel
Miguel Ángel
El milagro siempre es un cambio de percepción o pensamiento introducido en la mente que hackea, noquea o deshace una experiencia en la creencia de necesidad, carencia o miedo, el milagro no es una petición para un cambio de forma en el holograma, mundo o sueño… muchas personas piensan en el milagro del mismo modo que lo hacen con el libro del secreto o la ley de atracción y ni de cerca se acercan al concepto de milagro que el curso propone. Por ejemplo muchos piden aparcamiento, salud o dinero y si se da el asunto en favor a su «instancia milagrosa» piensan que el milagro funcionó y sino no, pero el caso es que el milagro siempre funciona y siempre está disponible y presente, y es mi inconsciencia de él lo que impide su experimentación clara, el milagro siempre recuerda a la mente que lo que menos necesita es cubrir sus minúsculas necesidades y que de lo que más necesidad tiene es de paz sea que tenga aparcamiento o no, sea que tenga salud o no o sea que tenga dinero o no, así que tu verdadera necesidad es siempre de paz y el milagro siempre apuntará en dirección a ese recordatorio, nunca tratará de sustituir ilusiones por ilusiones, no te dará un cuerpo sano a cambio de un cuerpo enfermo y voilà he aquí el milagro, nonono…este no es el concepto de milagro que Un Curso de Milagros propone, si lo estás estudiando, profundizando o leyendo y eso es lo que crees que propone ni lo estarás estudiando, profundizando o leyendo correctamente y quizás pierda atractivo para ti saber esto pero pregúntate: ¿hay algo más atractivo que estar en paz independiente a toda condición o situación?
(Un milagro es una corrección. No crea, ni cambia realmente nada en absoluto. Simplemente contempla la devastación y le recuerda a la mente que lo que ve es falso. Libro de lecciones, pág. 507)
Miguel Ángel
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