La ilusión de libre albedrío que el mundo ofrece no es más que una elección entre ilusiones, elecciones basadas en la aceptación de algunas cosas y el rechazo de otras, el deseo de unas partes y el pánico a otras. Sin embargo el verdadero libre albedrío que poseemos, que espera a ser usado y que se podría reconocer como una verdadera elección, es más bien la libertad de elegir CUANDO ir en favor del recuerdo de nuestro Ser, esto puede ser demorado más o menos, pero es más gratificante, liberador y pleno que cualquier cosa que este en mundo pueda ofrecer.
La persona que empieza a darse cuenta de que en sus juicios está todo su sufrimiento y que en su perdón y en su desapego de ellos reside su descanso, está en la línea de salida de un camino repleto de regalos.